lunes, 25 de abril de 2022

Ética y narrativas sobre el ´dar y recibir´ en los centros penitenciarios. Generación de conocimiento y aportaciones a personas privadas de la libertad

 Ética y narrativas sobre el ´dar y recibir´ en los centros penitenciarios. Generación de conocimiento y aportaciones a personas privadas de la libertad

Editoras del número: Dra. Martha Chávez Torres (El Colegio de Michoacán A.C.-Red de Estudios sobre Espacios Carcelarios) y Dra. Laura Elena Romero López (Universidad de las Américas Puebla-Red de Estudios sobre Espacios Carcelarios).

Una de las vías para lograr la articulación entre academia, centros penitenciarios y población privada de la libertad es el atraer el interés de las y los investigadores, profesores y estudiantes de instituciones de educación superior por generar conocimiento, interacciones e intercambios con la población privada de la libertad. Para conseguirlo, deben realizar las gestiones y actividades necesarias para sobrepasar los preconceptos sociales y personales, así como pasar filtros, muros y rejas de la institución. 

 Entrar a un centro penitenciario con la intención de hacer investigación es un gran desafío. Los trámites necesarios se realizan en la dirección de cada uno de ellos, lo que puede llevar tiempo y papeleo, como elaboración de oficios, entrega del proyecto de investigación, programa del curso, taller o actividad que se proponga impartir. Y aunque cada centro penitenciario tiene sus propias reglas y procedimientos para las personas externas, todos controlan y vigilan; cuidan qué se viste, qué se introduce, dónde y qué se va a hacer, y más vale que todo sea para bien y no para “alborotar” a la población; protegiendo así, tanto a la institución como a la población privada de la libertad, ya que puede ser blanco de promesas falsas, incitaciones a la rebeldía o expectativas inviables que la pueden vulnerar. 

 Además de todos los retos que implica la burocracia y los límites en el acceso a los centros penitenciarios y a la información que resulta de nuestro interés, surge un cuestionamiento adicional: ¿cómo llevar a cabo un intercambio ético entre quien investiga y la población privada de la libertad? ¿Cuáles son las bases de este “dar” y “recibir”? y ¿De qué manera nos posicionamos frente a las personas privadas de la libertad? Es decir, ¿quiénes somos para ellas o ellos y cómo todo este contexto, ciñe (o no) nuestra investigación?

El medio carcelario resulta un espacio donde las condiciones de investigación se hallan constreñidas y vigiladas, imposibilitando las vías más tradicionales de los métodos cualitativos: entrevistas, observación participante, encuestas, uso de cámaras, grabadoras o celulares. La autorización institucional para lograrlo requiere, nuevamente, enfrentarse a la burocracia y las estructuras disciplinarias de los espacios carcelarios, las cuales obligan a que las acciones permitidas sucedan en locutorios en los que suele haber una custodia o custodio al lado del informante. Si a todo esto se la suma el consentimiento informado (por escrito) de la persona privada de la libertad ¿qué riesgos se corre de sesgar la información?

Resulta entonces que para acceder a esta población optamos por buscar otros caminos como ofrecer algún curso, taller o actividad cultural, social o deportiva, entre otras, que debe autorizar el Comité Técnico y controlado por el Centro de Observación y Clasificación (COC), y esta retribución se convierte en la vía de ingreso que marca a la propia investigación que se plantea realizar; pero también es la que permite la interacción y el intercambio con personas en confinamiento que, voluntariamente o motivadas por cumplir con el Plan de Actividades para sacar algún beneficios, osimplemente por pasar el tiempo, optan por estas actividades. Mientras esto sucede, tanto las personas que asisten a las acciones propuestas, como las que se cruzan a nuestro paso, son observadas, investigadas. 

¿Pero el hecho de que no sean informados (aunque institución sí lo sepa) de que están siendo observados con fines investigativos, viola sus derechos humanos y deslegitima o resta valor a lo que se ofrece a cambio? ¿El consentimiento informado sería una barrera más para acceder a la información y para que el o la “informante” opte por expresar o mostrar el deber ser y no lo que viven cotidianamente?

Por otra parte, este intercambio parecería justo o solidario, pues quien investiga a fin de acceder a la información buscada, registra sus historias, reclamos, pesares, anhelos, mientras la población privada de la libertad recibe conocimientos, espacios de autorreflexión, de interacción social, desahogo y hasta algunos productos o favores solicitados. ¿Hay una vía ética/metodológica que ayude a salir de esta trampa? 

Debido a todo lo anterior, este número temático se adentra en los debates éticos, metodológicos y de retribución social, de estudiosas y estudiosos de temas carcelarios en nuestro país y allende sus fronteras, a partir de una propuesta metodológica y narrativa que recupere las experiencias de los y las investigadoras que les permita (re)plantear cuestionamientos, procedimientos o metodologías respetuosas de los derechos humanos para evitar la vulnerabilidad de la población privada de la libertad, al mismo tiempo que permitan la investigación social respetuosa y comprometida, que genere conocimiento y dé la voz a esta población. Ciencia y ética pueden ser armoniosas y complementarias. 

Así, narrativa y ética pueden abordarse desde la autoetnografía, la etnografía-ficción o cualquier otra propuesta metodológica (como las representaciones individuales o colectivas) que situé al investigador en el contexto socio espacial y en interacción con la población, dando cabida a los relatos en primera persona que den voz a los protagonistas que se entrecruzan en estos espacios, tan específicos de confinamiento. De manera que podamos pensar desde nuestras posiciones como sujetos para después reflexionar sobre los conocimientos que generamos y su aplicación.  De igual forma, la autoetnografía, la etnografía-ficción y el estudio de las representaciones individuales y colectivas, permiten que cada persona elija, para su texto, el lugar y situación en los cuales pone énfasis, formas de reciprocidad y las reflexiones sobre su propia experiencia como sujeto, la relación con el espacio o el propio proceso de investigación, diluyendo al mismo tiempo una dicotomía propia del positivismo: la oposición entre lo objetivo y lo subjetivo, así como los intercambios y formas colaborativas entre los implicados en la investigación (Ellis y Bochner, 2003; Martos y Devís, 2015).

Estos textos pueden integrar información, reflexiones y propuestas que incluyan, entre otros aspectos, los siguientes:

1. Caracterización del Centro Penitenciario de Estudio (federal, estatal, juveniles, etc,)
2. Actividad que se realiza y experiencias recabadas
3. Actividades de tratamiento y de reinserción social
4. Burocracia carcelaria e investigación 
5. Espacios carcelarios e investigación social
6. Perspectiva de género
7. Afectos, emociones y riesgos
8. Metodologías propuestas 
9. Objetividad vs reciprocidad (aplicación social del conocimiento)
10. Dilemas éticos entre el “dar y recibir”

 

Lineamientos editoriales:

  1. Para evitar la duplicidad de contenido, comuníquese con las editoras del número (martha_c@colmich.edu.mx; laura.romero@udlap.mx) para informarles sobre su interés en enviar un manuscrito. 
  2. Se aconseja enviar sus trabajos lo antes posible, con preferencia antes del 1 de agosto de 2022, aunque la convocatoria seguirá abierta mientras esté anunciada en el portal de Relaciones Estudios de Historia y Sociedad.   
  3. Para asegurar la pertenencia al número temático los artículos deberán anteponer el prefijo EACP (Ética y Autoetnografía en Centros Penitenciarios).
  4. Los artículos originales que se reciban para su posible publicación deberán tener una extensión menor a 60,000 caracteres, con espacios. 
  5. Por favor consulte el resto de las directrices para autor en este vínculo: revistarelaciones.com 

No dude en ponerse en contacto con las editoras de este número especial si tiene preguntas relacionadas con el tema. Todos los manuscritos deben someterse directamente a través del sistema OJS de la Revista Relaciones y no a los editores del número. Relaciones reconoce la entrega del manuscrito solamente a través del gestor OJS. Usted debe recibir acuse de recibido de su manuscrito dentro de pocos días. En caso de no recibirlo dentro de una semana, favor de comunicarse con Relaciones para verificar la llegada de su manuscrito.  

Cualquier duda puede manifestarla a: martha_c@colmich.edu.mx con copia a relacion@colmich.edu.mx. Anteponga el prefijo EACP en el “Asunto” del mensaje.  

 

Literatura de soporte

Ellis, C. y Bochner, A. (2003), “Autoethnography, Personal Narrative, Reflexivity. Researcher as Subject”, en Denzin, N. y Lincoln, Y. (eds.), Collecting and Interpreting Qualitative Materials, Thousand Oaks, California: Sage.

Martos-Garcia, D. y Devís-Devís, J. 2015, “Un día cualquiera en la cárcel: la etnografía-ficción como representación de una investigación” en Revista de antropología Iberoamericana, Vol. 10, N°. 3, septiembre-diciembre, España. Pp. 355-376.

Alemanes en México. Entre la Revolución Mexicana y la República de Weimar (1918-1933)

 Alemanes en México. Entre la Revolución Mexicana y la República de Weimar (1918-1933)  

Editores del número: Dra. Ana J. Mejía Robledo, Dr. Stefan Rinke y Dra. Itzel Toledo García (Instituto de Estudios Latinoamericanos - Freie Universität Berlin)


En la primera mitad del siglo XX México fue uno de los países receptores de  personas desplazadas y dentro de sus numerosas migraciones destaca la de los alemanes, un grupo no homogéneo que incrementó su presencia en el país y re-configuró sus comunidades previamente establecidas y diseminadas a lo largo del territorio mexicano. Como señala Jürgen Buchenau, entre 1894 y 1945 los alemanes tenían una comunidad definida (2005), con su propio periódico Deutsche Zeitung von Mexiko, el Colegio Alemán en distintos puntos del país, los famosos  Clubes Alemanes  y la Iglesia Luterana en la ciudad de México,  lo cual les permitía crear redes de solidaridad, apoyo económico y sociabilidad con sus compatriotas. Además de contar con un fuerte aparato diplomático y consular que cuidaba sus intereses económicos. 

La presencia y los motivos de estos alemanes para migrar hacia un país como México, han sido estudiados por académicos que han allanado el panorama y cuyos textos producidos, fundamentalmente a lo largo de la década de 1980, sentaron las bases para trabajos posteriores (véase Katz, Mentz, Schuler, González Navarro, Spenser, Pérez Montfort, entre otros). Sin embargo, como señala Pérez Montfort, dos periodos han cobrado especial protagonismo en la literatura académica, por un lado la Revolución mexicana y los intereses germanos; por el otro el nazifascismo y la Segunda Guerra Mundial (2001: 146). 

Lo anterior evidencia un periodo intermedio que ha suscitado poco interés académico: los años veinte con el encuentro del México posrevolucioanrio y la  República de Weimar. Momento en el que según Carlos Martínez Assad y Olga Montes García llegó a México una nueva corriente migratoria conformada por excombatientes de la guerra (2008: 21).   Se trata de una década en la que México se concentró en restablecer sus lazos con las potencias estadounidense, británica y francesa a la vez que “la política alemana latinoamericana pasó a un segundo plano en la República de Weimar, razón por la cual esta fase ha sido hasta ahora descuidada en gran medida en la historiografía (Rinke, 1996).  

La propuesta de este número temático busca entonces abarcar un periodo poco estudiado y abrir nuevos horizontes para comprender las relaciones de México y Alemania y la presencia alemana en México durante los Dorados Años 20 de la República de Weimar en Alemania y la Posrevolución Mexicana. Una época convulsa para ambos países y que coincide curiosamente con  un proyecto común en ambos territorios: el de apelar a la democratización y a los derechos sociales. 

Por todo ello, nos interesa explorar qué es lo que se sabe de los alemanes que vivían en México en el anterior marco temporal, cuántos vivían y en dónde, su estructura socio profesional, las posturas políticas e ideológicas, su integración o segregación en un territorio cuyo perímetro superaba por mucho a su país de origen. Diseminados a lo largo y ancho del país, incursionaban la mayoría de las veces en las actividades económicas que sus conciudadanos inauguraron durante el anterior XIX (minería, comercio, industria, agricultura cafetera, cervecería, etc.) y se enfrentaban a los cambios sociales, políticos, económicos y culturales de su país de acogida, pero también en su país de origen. 

Interesa saber cómo las y los alemanes vivieron el México posrevolucionario y resolvieron sus problemáticas en un estado de cambio, cómo se apropiaron de las herramientas institucionales del país de acogida (entiéndase diplomacia, universidades, medios de comunicación) para asegurar su presencia y paralelamente relacionarse con los cambios de la República de Weimar. Es decir, cómo lidiaron con la reconfiguración de su país de origen, después de la Gran Guerra y durante la República de Weimar, y su país de residencia tras la Revolución Mexicana. 

Los posibles temas que pueden abordarse desde la Historia, la Sociología, las Relaciones Internacionales y los Estudios Migratorios incluyen pero no se limitan:

 

1. Cartografía de la presencia alemana en México (1918-1933) 

2. Inmigración alemana, especialmente trabajadores no especializados y semi-calificados 

3. Colegios y Clubes alemanes en territorio mexicano 

4. Actividades de beneficencia alemana en México

4. Los medios de comunicación alemanes en México 

5. Relaciones sociales con la sociedad de acogida 

6. Actividades comerciales de alemanes en México

7. Género e inmigración alemana

8. Literatura de viajeros alemanes entre dos espacios 

10. Relaciones entre los alemanes y los representantes consulares y diplomáticos en México

11. Presencia de artistas  e intelectuales alemanes y alemanas en México 

12. Relaciones culturales entre Alemania y México 

Para evitar la duplicidad de contenido, comuníquese con los editores del número para informarles sobre su interés en enviar un manuscrito. Se aconseja enviar sus trabajos lo antes posible, con preferencia antes del 1 de junio de 2022, aunque la convocatoria seguirá abierta mientras esté anunciada en el portal de Relaciones Estudios de Historia y Sociedad.   

Para asegurar la pertenencia al número temático los artículos deberán anteponer el prefijo RWM al título del manuscrito. E.g., ‘RWM - El Club Alemán de Tepepan.’ 

Los artículos originales que se reciban para su posible publicación deberán tener una extensión menor a 60,000 caracteres, con espacios. Por favor consulte el resto de las directrices para autor en este vínculo

No dude en ponerse en contacto con los editores de este número especial si tiene preguntas relacionadas con el tema. Todos los manuscritos deben someterse directamente a través del sistema OJS de la Revista Relaciones y no a los editores del número. Relaciones reconoce la entrega del manuscrito solamente a través del gestor OJS. Usted debe recibir acuse de recibo de su manuscrito dentro de pocos días. En caso de no recibirlo dentro de una semana, favor de comunicarse con Relaciones para verificar la llegada de su manuscrito.  

Cualquier duda puede manifestarla a: relacion@colmich.edu.mx anteponiendo el prefijo RWM al encabezado del mensaje.

Ética y narrativas sobre el ´dar y recibir´ en los centros penitenciarios. Generación de conocimiento y aportaciones a personas privadas de la libertad

  Ética y narrativas sobre el ´dar y recibir´ en los centros penitenciarios. Generación de conocimiento y aportaciones a personas privadas d...